El sexo es algo que nos preocupa. Esto es así, por mucho que tratemos de verlo sólo como algo natural o divertido, pero muchas relaciones de pareja se consideran estancadas o incluso rotas si la cosa no va bien en la cama. O si un miembro de la pareja se cita con escorts de lujo.
Porque no es lo mismo ser un empresario que viaja a Barcelona por el Mobile World Congress y busca un poco de compañía nocturna, que una persona que se ha cansado de su pareja, o busca venganza contra ella y, por eso, prefiere la compañía profesional.
A continuación, vamos a ver los casos más tratados en la consulta del sexólogo. ¿Sientes curiosidad?
Pérdida del deseo sexual
Es uno de los problemas que más preocupan a las mujeres casadas. Y, en muchas ocasiones, esto se debe a una falta de comunicación y, por ende, de entendimiento.
Pero reencontrarse con el deseo puede ser complicado. Especialmente, cuando esto ocurre como síntoma de que una relación no funciona, más que como problema en sí mismo.
“Mi pareja es un obseso sexual”
Aquí está el problema del control de los impulsos más elementales. Bien puede ser que desee estar siempre en la cama con su pareja, que esto no sea suficiente y que acuda a escorts de lujo, que se masturbe constantemente… Para remediar esto, se debe realizar un tratamiento que ayude a establecer límites y a gestionar los impulsos.
Infidelidad por falta de sexo
Relacionado con el punto anterior. Cuidado con esto, porque muchas personas consideran el adulterio motivo más que suficiente para poner punto y final a una relación.
Por otro lado, una infidelidad también puede ser un aviso de que las parejas necesitan volver a hablar, después de años de haberse estancado.
Eyaculación precoz
Otro de los grandes terrores del sexo en la actualidad, para hombres y mujeres. Puede ser complicado solucionarlo, pero se puede lograr. Y un buen método, para empezar, es que, durante el sexo, el eyaculador precoz se guíe por una norma que deberá convertir en principal: “las damas, primero”.
El sexo es monótono
Los pequeños detalles son importantes. Porque, al final, no hay tantas cosas que se puedan hacer durante el sexo. Por eso, cualquier mínimo detalle puede marcar la diferencia.
No tenemos tiempo
Las parejas que se dicen que no tienen tiempo para practicar sexo, necesitan hablar. De algún modo, están rehuyendo del otro.